
Los estallidos de ductos de Pemex en septiembre del año pasado provocaron pérdidas por mil millones de dólares a la paraestatal, mientras que los industriales sufrieron mermas por otros 800 millones de dólares। Alfredo Phillips Greene, presidente de la Comisión de Energía de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), aclara que no obstante lo anterior el 2007 fue un año favorable para el sector, pues se pudo avanzar en la reforma fiscal de Pemex। Desafortunadamente, dijo, los efectos reales tardarán años en verse, porque las inversiones productivas demoran de siete y nueve años en cristalizar. Lo importante de esta reforma es que se reconoce que Pemex “ya no puede seguir siendo la caja del gobierno y que el gobierno tiene que modificar sus perspectivas en términos de recaudación y liberar a Pemex para que sea más eficiente”. Expuso que aunque el precio del petróleo se mantuvo elevado, en la industria del gas natural se mantuvo estable. En entrevista, el también socio director de GlobalMéxico Estratégica sostuvo que los actos de sabotaje perpetrados contra gasoductos e instalaciones de Pemex en julio y septiembre del año pasado costaron a la paraestatal más de mil millones de dólares. Para las empresas el costo fue más dramático, ya que sumó más de 800 millones de dólares. Hubo empresas como La Moderna, en el Estado de México, que paralizaron toda su producción pues no tenían posibilidad de cambiar de gas natural a LP, como sí pudo hacerlo Vitro, o poder ordenar una instalación de ese tipo, pues ello demoraría de siete a ocho días, lo mismo que se tardó Pemex en resarcir los daños El experto comentó que México sí está a merced de estos actos de sabotaje, como los ocurridos el 5 de julio en Salamanca, Celaya y Valle de Santiago, Guanajuato, o el 10 de julio en Querétaro, o el 9 de septiembre en Veracruz, todos adjudicados en su autoría por el Ejército Popular Revolucionario (EPR). Es vulnerable porque su red de gasoductos es lineal y no tiene redundancias, ya que los dispositivos se pusieron en sitios estratégicos y no hay forma de hacer llegar gas de otra parte. “Si se contara con un sistema que tuviera distintos puntos de interconexión podrías inyectar el gas a la red desde otros puntos”. Es decir, comenta, si México contará con un gasoducto de Manzanillo a Guadalajara y tuvieras una planta regasificadora aquel sitio se podría haber inyectado gas desde el Pacifico hacia el centro de la República y no se hubiera paralizado el sistema. De acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) las pérdidas fueron de mil millones de dólares para Pemex, entre lo que tuvieron que flamear y lo que no sacaron de la cuenca de Veracruz, mientras que las pérdidas para los industriales, según Canacintra, sumaron otros 800 millones de dólares.